El pequeño mundo estéril de las etiquetas.
Pasando horas del día, siento en cada
respirar, en cada mirada, saludo… la cantidad de etiquetas, prejuicios, lo alto
que vemos montañas que no llegan a ser badenes…. y todo por miedo a lo
desconocido.
Bienvenido al mundo del misterio!! Si
quieres vivir y a la vez disfrutar, no solo pasar horas, aparca las etiquetas
de todo y adéntrate en lo diferente, abre esa puerta que cierra tu cabeza. Si
te apetece vivir rechazando lo que no se parece a ti, te vas a perder miles de
oportunidades… solo hay una vidorra y se pasa en un par de sonrisas.
Pincha aquí si te apetece escuchar a la vez un poco de música diferente |
Las cosas son tan grandes o importantes
como tú quieras verlas. La sociedad tiene un grave problema (…uno solo…) y es
el darle nombre a las cosas, cuando le damos nombre o mejor dicho le ponemos un
sello, asociamos una serie de etiquetas y leyes de las cuales no te libraras
jamás, a no ser que vayas un poco más lejos que el resto.
Es
tan fácil como no dejarte llevar por la corriente social (dejar que tu mente se refresque con esa ducha fresquita de verano), tanto a la hora de
juzgar por uno mismo, como dejar los prejuicios a un lado, pero claro eso ya
conlleva dejar de lado el chismorreo y
eso en esta sociedad, es asignatura obligatoria.
Vive tu vida, no dejes que te influyan las
etiquetas, porque…de que sirven¿? Un ejemplo muy claro y cercano. De que sirven
las etiquetas que tiene puestas tu jefe sobre ti? Piénsalo 30 segundos, para
absolutamente nada solo para aspectos negativos, y ahora piensa para que te
pueden servir a ti, pues aunque creas que te pueden ayudar, protegerte… te van
a ayudar para lo mismo que le sirven a tu jefe.
Valorate, valora cada personalidad y momento.