En algún momento de nuestra vida nos vemos sumidos en una competición,
carrera quizás, por ver quién promociona antes, se supone que es un crecimiento
que te proporcionará mas felicidad.
El primer tramo, empieza siendo un escalera, sientes la alegría
de formar parte de un equipo, disfrutas del trabajo, conectas, te preocupas por
aprender… puede acabar siendo un foso de frustración, segundo tramo.
El control de la paciencia es fundamental para pasar al
tercer tramo (muchos se quedan en el segundo dando todo por perdido). El cambio
de chip y tener ese carácter de coger las riendas de tu calabaza mental, son
dos puntos claves para dar el paso y abandonar el barco de papel arrugado.
Es complejo no seguir la corriente negativa, te comparas,
sientes que no tienes lo que te mereces, no hay quien te saque de ese
pensamiento… y te sirve para perder energía, focalizar tu atención en lo que no
tienes, dejas de ver que a pesar de ello puedes seguir aprendiendo y prestar atención
a las oportunidades que quizás pasan más cerca de ti de lo que piesas, la venda
de la injusticia no te deja ver. Buscar esa baliza que se encuentra entre ese
curso del mar negativo, puede ser una opción, cooperadores que quizás pasaran
por una situación similar, no adoptar todos sus hábitos pero si captarlos a tu
manera.
Carácter y temperamento para coger tus riendas. Canción fresquita con hielos y positiva |
Para poner fin a la publicación terminare como empecé con la
motivación. Es algo interno, muy personal, cada uno usa sus trucos o ninguno si
no es necesario, se puede usar de diversas maneras, y en ocasiones nos vemos
sumergidos en una motivación negativa, sin darnos cuenta. Mi manera de detectarla
es sencilla, la que sirve para frustrar (negativa), en lugar de para aprender. Esa
motivación que te hace infeliz y te devuelve al foso. Mi motivación no es ser
un jefazo, o promocionar antes que nadie, es ser feliz con lo que me rodea y lo
estoy consiguiendo día tras día.