martes, 28 de junio de 2016

Motivación negativa vs positiva


En algún momento de nuestra vida nos vemos sumidos en una competición, carrera quizás, por ver quién promociona antes, se supone que es un crecimiento que te proporcionará mas felicidad.

El primer tramo, empieza siendo un escalera, sientes la alegría de formar parte de un equipo, disfrutas del trabajo, conectas, te preocupas por aprender… puede acabar siendo un foso de frustración, segundo tramo.

El control de la paciencia es fundamental para pasar al tercer tramo (muchos se quedan en el segundo dando todo por perdido). El cambio de chip y tener ese carácter de coger las riendas de tu calabaza mental, son dos puntos claves para dar el paso y abandonar el barco de papel arrugado.

Es complejo no seguir la corriente negativa, te comparas, sientes que no tienes lo que te mereces, no hay quien te saque de ese pensamiento… y te sirve para perder energía, focalizar tu atención en lo que no tienes, dejas de ver que a pesar de ello puedes seguir aprendiendo y prestar atención a las oportunidades que quizás pasan más cerca de ti de lo que piesas, la venda de la injusticia no te deja ver. Buscar esa baliza que se encuentra entre ese curso del mar negativo, puede ser una opción, cooperadores que quizás pasaran por una situación similar, no adoptar todos sus hábitos pero si captarlos a tu manera.

Carácter y temperamento para coger tus riendas.
 Canción fresquita con hielos y positiva

Para poner fin a la publicación terminare como empecé con la motivación. Es algo interno, muy personal, cada uno usa sus trucos o ninguno si no es necesario, se puede usar de diversas maneras, y en ocasiones nos vemos sumergidos en una motivación negativa, sin darnos cuenta. Mi manera de detectarla es sencilla, la que sirve para frustrar (negativa), en lugar de para aprender. Esa motivación que te hace infeliz y te devuelve al foso. Mi motivación no es ser un jefazo, o promocionar antes que nadie, es ser feliz con lo que me rodea y lo estoy consiguiendo día tras día.